Por fin, después de esperar UN MES, llegó la cartera con el paquetito y ahí estaba!
Como una loca me puse a ovillar bien las madejas que había comprado pensando en ella...
Se queda un entramado curioso:
Pero, como no tengo devanadora, tengo que hacer presión con la manita para que no quede flojo todo y se acabe deshaciendo:
Os podéis imaginar la de ovillos que he hecho ya.. las vueltas que le he dado a la cajita con los restos de lana, para que queden todos iguales y bien guardaditos y para que, lo más importante, se pueda ir trabajando sacando la hebra del centro, sin deshacer el ovillo!!!
Con mi cuenta vueltas y mi ovilladora, soy feliz!
(Y ahora es cuando caigo en que no os he enseñado mi cuenta vueltas... bueno, en el siguiente post os hablo de él)
Lo cierto es que con este buen tiempo, coso poco, poco o nada... ¡ay!